Bueeenas noches y bienvenidos una semana va, no mientas…di un mes más al blog!! Hoy os traigo un producto que después de mucho mucho probar se ha convertido en uno de mis básicos del maquillaje, se trata del Ultra Black de Bourjois (ya habéis visto el nombre y sus apellidos arriba, así que acortemos un poco el nombre 😉 )¿Os quedáis a conocerlo? ¡Empezamos!
Bueno, si me seguís desde hace tiempo sabréis que soy muy muy aficionada al eyeliner en formato gel, sobre todo al de Maybelline y al de Kryolan, peeeero seamos realistas: cuando te levantas para ir a trabajar, tienes prisa, los pelitos del pincel se separan de su aglutinado para hacer tu eyeliner perfecto, que luego tienes que limpiar ese pincel porque luego se hace un pastiche que lo petrificará y un largo etcétera de inconvenientes, dices: pues habrá que pasar a un método alternativo (y relegar a tu amado eyeliner en gel a días en los que no tengas tanta prisa)
Es por eso (y porque así también me ahorro espacio en el neceser de viaje) por lo que decidí comprar un eyeliner en formato boli. Estuve entre varios, pero al final me decidí por el Ultra Black.
Como podéis ver en esta, y en la foto principal, es un eyeliner en formato boli, muy cómodo de usar y con punta de fieltro. En un principio la punta de fieltro me hizo recular, ya que suele ser mejor por norma general una punta tipo pincel (con pelitos), pero con este eyeliner no me ha ido tan mal.
La aplicación es rápida, el trazo muy muy preciso y el color es un negro como mi alma muy intenso. Ahora mismo lo podéis encontrar en Primor por 9.75 € pero cuando lo compré, que de eso hace mucho, juraría que costaba menos. También deciros que no es un eyeliner waterproof y que en el envase (no sé si se podrá apreciar, con el uso se ha ido borrando) promete una duración de 24 h.
¿Dura realmente 24 h.? Seamos realistas, no he estado 24 h. maquillada (ni lo voy a estar), y sinceramente para los que tenemos el párpado graso eso no es posible…pero oye, 12 horitas no os diría que no (que igualmente no voy a estar tanto tiempo pintada)
Lo he probado tanto sin prebase como con prebase y sombras, y os puedo decir que sin prebase sorprendentemente aguanta muy muy bien, pasadas las horas es normal un poquito de transferencia, y más con el párpado graso.
Pero con prebase y sombras…eso no hay Dios que lo mueva!! Se queda quieto, no transfiere, no parchea en ningún momento (importante, que no lo había dicho) y a la hora de desmaquillarse sale con mucha facilidad.
¿Qué pasa cuando empieza a agotarse? Bueno, en este caso me ha sorprendido muchísimo…sabéis esta situación maquillística en que un producto os dura mucho, y empezáis a mirarlo con desconfianza y a decir: hmm, a estas alturas deberías de empezar a fallar y a agotarte (suspicious suspicious). Pues eso es exactamente lo que me pasa con este eyeliner, porque cuando comienza a agotarse no te das cuenta, no parchea, sigue deslizándose igual de bien, sigue teniendo la misma intensidad en el color, y no se seca. Simplemente un día hace un trazo en el que ya no pinta y c’est fini.
No es el típico producto que cuando se está acabando haya que agitarlo, o ponerlo bocabajo para que vaya bien, y sobre todo que es un producto que dura muchísimo!!! En un año que lo llevo usando sólo he tenido que reponerlo una vez, y usándolo casi todos los días de la semana.
Resumiendo, que estoy ENCANTADA con el eyeliner, le doy un 10/10 en relación calidad/precio y en todo: duración, pigmentación, aguante…¿Perooo eso significa que abandonarás el eyeliner en gel pa’ siempre siempre? No, hay muchas diferencias entre un eyeliner en gel y uno líquido…y realmente me gustan mucho los dos, pero quizás porque este último sea menos aparatoso y más rápido en el manejo ahora mismo me haya acostumbrado al formato boli.
Y hasta aquí la review de este eyeliner, espero que os haya gustado, os haya entretenido…y ahora sí que sí, nos vemos la semana que viene con una cosa fantástica y maravillosa (palabrita del niño Jesús 😉 )
Un beso! (=
historiasdelmaquillaje.com 