Bueeenas noches y bienvenidos una semana más al blog!! Hoy os traigo un post con el que llevaba en mente desde hace muuucho tiempo (como tantos otros) 😉 Espero ser breve y no enrollarme mucho…¿empezamos?
Todo el mundo tenemos, hemos tenido y/o tendremos los labios cortados y despellejados en algún momento de nuestra vida…admitámoslo, ya sea invierno, verano, o en cualquier estación hay momentos en los que te vas a maquillar y esos odiosos pellejitos invisibles, aparentemente antes de desmaquillar, salen a flote con el labial y nos hace poner una cara parecida a ¬¬
Y en este juego entran los exfoliantes, porque admitámoslo…tod@s queremos tener esos labios perfectos de influencer que nunca se despellejan o se marcan las grietas. Bueno, lo segundo es un poco más difícil, pero el exfoliante algo ayuda. Para mi experimento exfoliantístico (sí, ahora me invento palabras) probé 3 exfoliantes: uno casero y dos comprados y honestamente, os llevaréis una sorpresa de los resultados.
De izquierda a derecha tenemos: Lip Crush de W7, exfoliante casero (en un minitarro de mermelada, sí…porque era monísimo y había que aprovecharlo) y el Exfoliante Labial de Elf en su versión Mint Maniac. ¿Cómo son cada uno?
Empezando por el Lip Scrub de W7 tengo que deciros que es muy fácil de encontrar en tiendas, en cualquier Primor o tienda que venda W7 lo tenéis; como podéis ver viene en formato barra de labios, tiene una cantidad de 2.5 gr. y actualmente en Primor cuesta 2 euritos de nada.
Es el exfoliante más suave de los tres, tiene un color marrón y un olor a chicle de melón (los que viváis en España sabréis qué chicles son 😉 ) Ahora bien, en cuanto a su «dureza» con el labio tengo que deciros que es el más blando de todos, de hecho hay que tener un poco de cuidado con no sacar mucho producto de la barra, porque al aplicarlo se desmorona. Al ser, para mí, el exfoliante más suave siento que no me elimina las pieles muertas del todo, dejándome algún que otro pellejito en el labio. No tiene un sabor tan bueno como su olor (se me coló mientras me exfoliaba XD ), la hidratación que da diría que meh y el grano es bastante grueso comparado con los otros dos exfoliantes. Sinceramente, de los tres es el que menos me ha gustado, pero si lo que buscáis es una exfoliación suave éste es vuestro producto.
Pasemos al exfoliante DIY porque seamos realistas, todos hemos entrado en tiendas como Lush o hemos visto los exfoliantes de Jeffree Star y hemos dicho: hmm, ¿me atreveré a pagar tanto dinero por un exfoliante natural, vegano y comestible? ¿O puedo hacerlo yo misma en casa y gastarme ese dinero en otros potingues ahorrarme ese dinerillo? Pues eso es lo que pasó! Ignoro qué cantidad de producto hay en el bote, así que os diré la mezcla:
- Una cucharada sopera de azúcar
- Una cucharadita y media de miel
- Un chorrito de limón
¿El precio? It’s free!! Con tres cositas que tenemos por casa sale un exfoliante divino de la muerte; pros: es barato, lo puedes reponer siempre que quieras y te lo puedes comer si te apetece. Contras: dura menos que los otros exfoliantes (aunque a día de hoy no se me ha puesto malo: la miel es un buen conservante natural 😉 ) yyy supongo que ya está!
Este exfoliante tiene un grano más fino comparado con el anterior, un sabor mucho más agradable, no tiene olor…o al menos no mucho, y aporta una exfoliación más intensa que el anterior, además con la miel los labios se quedan hidratados y tengo que aplicarme poco o nada de vaselina después de exfoliar. Para mí un acierto 100 %
Y para finalizar la tercera opción: Exfoliante Labial de Elf es un buen acierto siempre que vayamos de viaje ya que no ocupa espacio; también viene en formato de labial, tiene 3.2 gr de producto y actualmente lo podemos encontrar por 2.60 € en iHerb, además en otros olores, porque aunque huela de vicio no es comestible (desgraciadamente).
La mayoría de su composición es natural (en el de W7 es quizás el que mayor componentes artificiales tenga) y no está testado en animales. Al igual que el exfoliante casero tiene un grano más fino, da una exfoliación más intensa y éste en concreto tiene un olor a menta que da gusto. Es quizás el exfoliante más duro de los tres (como podéis ver en la foto me ha sido imposible sacar un poco de producto con una pasada) pero funciona muy muy bien, ¿problemas? Que actualmente no conozco ninguna tienda física en España que lo venda, que se acaba muy rápido y que, quizás, no aporte tanta hidratación como el exfoliante DIY.
En conclusión, ¿con cuál me quedo entre todos? Por hidratación, exfoliación y precio con el exfoliante DIY, pero!!! No dejaré de usar el de Elf, ya que me ha gustado mucho mucho y para llevarlo en el bolso o de viaje lo veo muy muy práctico (aunque no se pueda comer 😛 )
Y esto ha sido todo por el día de hoy! Espero que os haya gustado, os haya entretenido y os haya sacado de dudas si las teníais. Nos vemos la semana que viene, porque sí! Esto está muy muerto y hay que darle un poco de vidilla, ¿no creéis?
Nos vemos muy muy pronto!
Un beso! (=